La economía colombiana se digitalizó
El camino para salir de la crisis está claro y muchos negocios comenzaron a recorrerlo.
Por Álvaro Montes
La mayoría de los expertos consultados coincide en señalar que las empresas colombianas adelantaron alrededor de cinco años sus planes de digitalización. En el país se hablaba de transformación digital con insistencia, pero en la práctica solo sectores de élite de la economía estaban en esa ruta. Especialmente el sector financiero, que mostraba liderazgo en la innovación de productos y servicios y que tradicionalmente ha sido un gran inversionista en tecnología. Las pymes todavía lejos de la dinámica conocida como cuarta revolución industrial.Y la economía colombiana en un punto dramático al momento de iniciar la reactivación, tras los primeros tres meses de confinamiento obligatorio. El segundo trimestre de 2020 posiblemente haya sido el peor en la historia del país. No tenemos todavía los datos oficiales, pero los del primer trimestre nos ofrecen una pista: 1,1% de crecimiento en relación con el mismo periodo del año 2019. Y eso que apenas se asomaba la pandemia, hacia el final del trimestre. Las estimaciones más optimistas prevén una caída del PIB del -5,5 por ciento, pero el FMI estima que será del -7,2 por ciento. Durante los primeros tres meses de la pandemia se perdieron 5,4 millones de empleos, y el desempleo ronda la temible cifra de dos dígitos, el 20 por ciento.
El segundo trimestre de 2020 posiblemente haya sido el peor en la historia del país. En este escenario, la tecnología constituye una esperanza para los negocios. No es una frase de mercadotecnia. Digitalizar la economía es más urgente que nunca, en virtud del potencial que la digitalización contiene para mejorar la productividad de un país e impulsar el crecimiento. Lo ha demostrado China, no en el pasado, sino ahora, en pleno periodo post-confinamiento. Durante el cierre de la economía a comienzos de año, el desempleo creció 6,2 por ciento. Cuando las autoridades de ese país dieron prioridad a la reactivación económica, pusieron en el centro de las estrategias a la economía digital, que da trabajo a casi 100 millones de personas. El comercio electrónico fue objeto de medidas de estímulo, con la eliminación de barreras y regulaciones obsoletas que todavía subsistían. “En este momento de crisis, el único sector que crece es el de la economía digital. El coronavirus va a dar un empujón a nuevas tecnologías que, de otra forma, se habrían desarrollado más lentamente”, dijo a la prensa Chen Xian, profesor de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Jiaotong.Pues no hay otro camino para Colombia que el de promover seria y profundamente la digitalización de la economía. Además del comercio electrónico, que requiere cambios regulatorios para desprenderse de pesadas cargas, las telecomunicaciones pueden ser también un gran motor. “La pandemia hizo muy visible este gran pedazo del país que no las tiene: Chocó, Guajira, Vichada, Guaviare, los menos conectados son los más afectados, no hay teletrabajo ni tele educación, hay mayor pobreza y menos infraestructura”, observa José Otero, vicepresidente para Latinoamérica de 5G Americas. La gran oportunidad que tiene el país en esta materia viene de la reciente asignación de espectro electromagnético a los operadores privados. “Cuando entregas espectro lo que entregas es compromiso de los operadores para invertir en Colombia”, agrega Otero. Las telcos que recibieron espectro en la subasta de diciembre ya comenzaron a desplegar las infraestructuras necesarias para utilizarlo, lo cual genera empleo y mueve la cadena de suministro completa. El gobierno ya autorizó pruebas 5G y varias firmas ya se pusieron manos a la obra. Para el usuario final significará una red más rápida, pero hay cosas importantes, como la baja latencia, que no están dirigidas tanto al usuario final, pues no va a notarla, sino a los negocios que sepan aprovecharla. Por cada milisegundo que se reduzca la latencia en la transmisión de datos, el sector financiero ahorrará millones de dólares, explican los expertos. Desde luego, el financiero es un sector al que le interesa bastante reducir las velocidades en milisegundos en las transacciones.
¿Cuáles son las tecnologías más apropiadas para ayudar en la recuperación de la economía colombiana? En opinión de Maryury Tomero, gerente de Dell Technologies Colombia, “definitivamente serán la conectividad 5G, Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial, Realidad Virtual y Realidad Aumentada, que jugarán un papel fundamental para segmentos como Health Care, Educación, Banca, Telcos, Manufactura, Retail y transporte entre otros”.
Los pasos empiezan a darse rápidamente. Hoy podemos ver en el mercado colombiano una variada oferta de productos y servicios basados en canales 4.0 que a comienzos del año eran apenas proyectos de mediano plazo. Una compañía del sector automotor, Sanautos, puso en operación la venta de vehículos completamente en línea, lo que incluye reservar el carro y cerrar el trato completamente desde una plataforma digital, sin desplazarse hasta un concesionario. En el sector inmobiliario aparecieron ya similares ofertas. Bric, por ejemplo, permite buscar, negociar y comprar un inmueble, totalmente en línea. Hasta el trámite en notaría para el proceso de escrituración, se adelanta parcialmente desde la plataforma, mediante un convenio de la empresa con algunas notarías, el cual permite que los compradores lleguen a la oficina física de la notaría únicamente a firmar los documentos en un trámite rápido.
Son solo unos cuantos ejemplos para señalar los cambios que están ocurriendo en Colombia. De cara a la nueva era que se avecina, las empresas necesitarán ser más productivas a un menor costo para ofrecer un producto o servicio de calidad en un tiempo más corto y de una forma más eficiente. Si hay alguna empresa que no esté pensando o que no tenga las capacidades para montarse en esta nueva ola empresarial estará llamada a desaparecer, dicen los expertos. Bueno, pues numerosas organizaciones así lo han entendido. Todavía afrontamos la pandemia y su terrible impacto social y económico. Pero el camino para salir de la crisis está libre, a la vista, y muchos ya comenzaron a recorrerlo.
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