La heroica economía de las apps

¿Podría nacer en nuestro país la próxima gran empresa tecnológica global? Un grupo élite de emprendedores tiene en sus hombros la titánica tarea de consolidar la economía digital colombiana.

Mientras vivió en Dubai, el colombiano Javier Cardona evitaba visitar a los médicos debido a las complejidades del idioma árabe, que le hacían desistir de una conversación de esa naturaleza. Él prefería apoyarse en Google para buscar orientaciones de salud, y después de mucho navegar las páginas médicas llegó a una conclusión que cambiaría su vida para siempre: la información en la Web era de mala calidad y había que hacer algo al respecto. Regresó a Colombia, creó 1Doc3, una app que responde consultas de salud apoyándose en médicos especialistas y en una extensa base de datos, y hoy hace parte de lo que el ministerio de TIC bautizó como el “Team startup”, los 15 emprendimientos de base tecnológica más relevantes del país. 1doc3 ha brindado en dos años más de 23 millones de orientaciones de salud, registra 60.000 descargas en App Store y Google Play y cuenta con 450.000 usuarios activos al mes.

En el “Team Startup”, una especie de selección Colombia del emprendimiento, figuran también Ascendo, Fluvip, Greencode, Hogaru, Las Partes, Mensajeros urbanos, PinBus, Platzi, Rappi, Sarta, Tappsi, Transmisitp, Undertrail y Vendty, cuyas ventas combinadas suman 154.000 millones de pesos, tienen presencia en once países y han levantado 64.000 millones de pesos en inversión. Es poco aún para las cifras de la economía colombiana, pero lo lograron en cuestión de tres años. Es decir, aunque pequeñas, estas compañías sobrepasan con creces las tasas de crecimiento de cualquier otro negocio en el país.

Hay muchas más, desde luego, pero estas son las que, a juicio de los responsables del programa Apps.co del minTIC han logrado mayor relevancia y madurez. Fluvip, por ejemplo, es un negocio realmente próspero, dedicado al mercadeo en Internet bajo el modelo de “influenciadores”, que consiste en conectar a las marcas que quieren promover sus productos con líderes de opinión y gente con muchos “likes” en las redes sociales, en un enfoque que promete ser la publicidad del futuro. El año pasado realizó ventas por 10 millones de dólares y es un proyecto tan sólido que recibió inversiones por 3,5 millones de dólares de Telefónica, Velum Ventures y el Grupo Cisneros. Fluvip opera en nueve mercados, entre ellos Estados Unidos, en donde compite de tú a tú con rivales norteamericanos que llevan mucho más tiempo en ese negocio, y por estos días ultiman detalles de su ingreso a España. Entre sus clientes cuentan a Coca Cola, Sony, Avianca y Samsung, y entre los “influenciadores” con los que hacen negocios figuran el Pibe Valderrama y Cristina Hurtado.

La receta

¿Cómo logran estos jóvenes emprendedores pasar de apenas una buena idea de negocio a operaciones internacionales y millones de usuarios en tan solo un par de años? La clave parece estar en el acompañamiento que reciben por parte de las llamadas “aceleradoras”, unas organizaciones dedicadas a fomentar el emprendimiento digital. Las hay de carácter privado, como HugBog y Wayra, que es una división de Telefónica y que acelera e invierte en negocios prometedores, y las hay de naturaleza pública, como Apps.co, cuyo objetivo es fomentar la incipiente economía digital en el país. Las empresas del “Team Startup” han pasado por alguna de ellas, y recibieron asesoría legal, mentoría especializada, capacitación y contactos, que resultan claves a la hora de poner en marcha cualquier negocio. “Si yo no hubiera pasado por Wayra no estaría en donde estoy; además del primer capital, me dieron las primeras bases para dar los siguientes pasos, validar el producto y explorar el mercado”, dice María Camila González, fundadora de Sarta, un servicio de alquiler de trajes basado en la Web, que se diferencia de los servicios tradicionales porque brinda una experiencia de alto nivel, y aunque dispone de una tienda física en el Centro Comercial El Retiro en el norte de Bogotá, ofrece el servicio en línea, con asesoría personal y entrega a domicilio. Su tasa de crecimiento asombra: 550 por ciento anual. A María Camila se le ocurrió la idea cierta vez que necesitaba un vestido para una fiesta muy importante – “pero no cualquier vestido sino uno de ensueño”, aclara – y la oferta de alquileres en la capital del país no cumplía sus expectativas. Tras el pánico que una dama suele padecer en una situación de estas, comprendió que podría ser una buena idea ofrecer en alquiler trajes muy costosos mediante un servicio que realmente superara las conocidas limitaciones del mercado de alquiler de ropa. Y ahí va Sarta, que genera 20 empleos y ha conseguido más de 1.000 millones de pesos entre inversionistas, en tan solo tres años.

El de mejores números es Undertrail, la primera agencia de viajes online especializada en aerolíneas de bajo costo, fundada por James Figueroa y Eduardo Maldonado. Figueroa es un profesional del sector financiero que durante su vida de mochilero errante encontró que la información sobre opciones económicas para viajeros en todo el mundo era escasa, así que incursionaron en la venta de tiquetes de aerolíneas de bajo costo. Sus ventas el primer año (2014) fueron de 175.000 dólares; el segundo año fueron de 1,6 millones de dólares y el año pasado reportaron ventas por 15 millones de dólares. Han atendido a 105.000 clientes y compiten contra el gran monstruo latinoamericano del sector de agencias de viaje, Despegar.com.

Buenas ideas y buenas personas

Para graduarse como ingenieros en la Universidad de Los Andes, Felipe Pacheco y Camilo Jiménez crearon un blog experimental alrededor del negocio de repuestos para automóviles. La tarea universitaria resultó llamativa para el público y terminó convertida en un negocio que ya superó el primer millón de dólares en ventas: Laspartes.com. Su modelo de negocio es sencillo, vender autopartes y entregarlas a domicilio, para las personas que detestan la mecánica y no quieren perder tiempo buscando repuestos en esa tierra incógnita que es el barrio 7 de Agosto en Bogotá. Asopartes, el gremio de los proveedores de estos productos, encontró la idea tan oportuna que se convirtió en uno de sus principales aliados, así como compañías aseguradoras que se apalancan en el servicio de Laspartes.com para enriquecer su portafolio. Un convenio con Uber permite ofrecer descuentos para sus conductores en servicios de cambio de aceite. De hecho, el modelo de negocio ha virado hacia estas alianzas, que prometen un futuro interesante para lo que en 2011 era apenas una tarea universitaria.

No obstante la creencia popular, no hay suerte ni magia que le traiga éxito a un emprendimiento. “Hay una percepción según la cual los emprendedores simplemente por tener una idea llevan una vida feliz y ganan mucho dinero. Eso es mentira. Hay que construir compañías con modelos de negocio viables, formas de monetizar muy claras y operaciones responsables”, explica Carlos Castañeda, director de Wayra. En su opinión, sólo sobreviven quienes tienen las disciplinas de un empresario, como seriedad, rigor, conocimiento de los riesgos legales, reconocimiento de los derechos laborales de sus empleado” y, sobretodo, el objetivo de generar ingresos como único motor de la sostenibilidad de un negocio.

También se requiere una óptima solución tecnológica que le de competitividad al negocio. Fluvip se precia de su plataforma de monitoreo de las campañas de marketing digital, que es un desarrollo propio y muy avanzado, mientras que 1doc3  basa su plataforma en Inteligencia Cognitiva, utilizando el servicio Watson de IBM. También se requiere ambición global. Fluvip se atrevió a comprar una empresa brasileña, con lo cual rompió el molde de crecimiento de las startups, Vendty, un servicio de gestión de puntos de venta para minoristas, tiene clientes en Estados Unidos y en Perú, en tanto que Tappsi ya expandió operaciones a Perú y Ecuador.

En los pocos años de historia del emprendimiento tecnológico en Colombia ya empieza a dibujarse un perfil del emprendedor. No es tan joven (es decir, no siempre se trata de chicos con el diploma en la mano), sino de profesionales de entre 30 y 40 años, que ya han pasado por el mundo laboral en grandes corporaciones y aprovechan la experiencia que adquirieron allí para identificar nuevas ideas de negocio. La mayoría proviene de universidades privadas y muchos tuvieron experiencias de vida en el exterior, en donde pudieron observar las tendencias del emprendimiento internacional.

Existen los “emprendedores seriales”, aquellos que una vez obtenido el éxito venden su negocio y emprenden de nuevo en otro campo, como Felipe Pacheco, de Laspartes.com, quien ya tiene concebido su próximo proyecto. Fundará un negocio en el campo de la energía solar. “Los emprendedores somos buenos arrancando, pero hay que darle paso a alguien que sea mucho mejor escalonador”, afirma.

Y no se puede negar que hay un espíritu altruista que acompaña a la mayoría de emprendedores. “El valor del negocio no es lo importante, sino el servicio que prestamos”. Parece una frase teñida de rimbombante falsedad, pero tiene sentido. Javier Cardona recuerda que conoció en Santa Rosa de Osos a un usuario de su plataforma de consultas, quien le agradeció porque a través de 1doc3 tuvo su primer contacto real con un médico. “Eso es muy satisfactorio. Si uno busca dinero lo puede encontrar con otro tipo de empleo, porque emprender es muy duro y exige muchos sacrificios”, agrega Cardona.

Economía digital colombiana

Empieza a configurarse un primer auge de los emprendimientos digitales en nuestro país. Hay un ecosistema, todavía muy incompleto, que apoya la incubación de ideas de negocio ingeniosas y prometedoras. Pero estamos todavía lejos de las grandes ligas. En Latinoamérica el líder es Argentina, que tiene dos compañías tecnológicas cotizando en Nasdaq (Globant y MercadoLibre, que es el más emblemático de todos los emprendimientos latinoamericanos) y en donde surgieron otros éxitos como Despegar.com y OLX. México y por supuesto Brasil, también nos aventajan por el tamaño de sus mercados. Pero Colombia ha comenzado una carrera promisoria. “Hace cinco años era inviable que este tipo de compañías nacieran acá, y hoy ya es posible; en diez años será mucho más fácil de lo que es hoy”, sostiene Carlos Castañeda, director de Wayra. Por su parte, el viceminsitro de TIC, Juan Sebastián Rozo, opina que “los sectores tradicionales de la economía de alguna manera se han desgastado y hay que darle un nuevo aire, y las empresas de base tecnológica se han vuelto fundamentales”. Apps.co invertirá en total 16.000 millones de pesos en el crecimiento y consolidación de emprendimientos de este tipo, solo entre 2016 y 2017. La próxima convocatoria, que está por lanzarse, acompañará a 216 grupos de emprendedores en todo el país.

Sebastián Jasminoy, fundador de Fluvip, es optimista en relación con el país. “Colombia es el país de la región en donde más organizaciones existen que apoyan el emprendimiento”, y menciona a la Cámara de Comercio de Cali, Innpulsa y el MinTic, entre otros. Pero hay una coincidencia general en que todavía hacen falta fondos de inversión que crean en los emprendimientos en etapas tempranas. “En México consigues rápidamente un millón de dólares para tu idea, mientras que a nosotros nos tomó unos años conseguir medio millón”. dice Felipe Pacheco.

No hay una sola empresa surgida de la región que haya alcanzado los niveles de esos emprendimientos globales tipo Facebook, Amazon y demás, pero por supuesto, son pocos los países que pueden contar historias como esas. Catalina Gutiérrez, del Fondo de inversión Nxtp Labs, el más grande en Latinoamérica, dice que el mejor camino para consolidar comercialmente a las startups nacionales es que los colombianos compremos sus productos y servicios. “Hay talento y potencial en la región para generar emprendimientos que alcancen un día la envergadura de las más grandes tecnológicas del mundo”, sostiene. Pero necesitan el apoyo, de los inversionistas, del Estado y de los consumidores.

Publicado originalmente en SEMANA, edición 1.814, febrero de 2017.

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