En plena era digital, la tinta y el papel gozan de cabal salud

Colombia es uno de los mercados más dinámicos de la impresión, según el gerente de Epson, Heisson Nessi.

Por Álvaro Montes

Cada año se imprimen en el mundo 49,5 billones de hojas tamaño A4. Las personas, las organizaciones y los negocios continuaron imprimiendo en plena era digital, y rompieron los vaticinios infundados que fueron comunes un par de décadas atrás, según los cuales el papel desaparecería por efecto de la digitalización. Los eBooks no sustituyeron a los libros, ni los documentos electrónicos pusieron fin a la cultura del papel.

Heisson Nessi, gerente general de Epson Colombia. La estrategioa de negocio de Epson es diversificar el portafolio para poner foco en los segmentos de mayor crecimiento.

La consultora Smithers estima que entre 2019 y 2024 el valor general del mercado de impresión habrá crecido a una media de 1,3 por ciento anual y pasará de 810.000 millones de dólares a 874.000 millones, de acuerdo con el reporte The Future of Global Printing to 2024.

La salud de esta industria está garantizada por el auge de la impresión de empaques y etiquetas, la impresión comercial, los libros y otros segmentos. Aunque el tiraje de los diarios y revistas decrece sin pausa debido al impacto de los canales digitales y las redes sociales, la impresión en la casa y la oficina se mantiene estable. ¿Cómo entender este fenómeno?

El negocio lo que hizo fue evolucionar y continuará haciéndolo“, explica Heisson Nessi, gerente general de Epson Colombia. Esta empresa global que factura anualmente más de 8.000 millones de dólares atiende su negocio en tres segmentos: consumo, comercial e industrial. “Lo que vemos es que el segmento de consumo ya está maduro y se conservará estable“, agrega. Y los datos lo respaldan. Cifras de Statista muestran que en muchos países el número de hogares que poseen una impresora es enorme. En Suiza, por ejemplo, es el 79 por ciento, en Alemania el 78 por ciento y en Italia y Austria el 77. El caso latinoamericano no dista mucho. El 57 por ciento de los hogares mexicanos posee una impresora, y el 54 por ciento en Brasil. No obstante, para la industria es claro que este mercado alcanzó su techo y los pronósticos son conservadores.

Los eBooks no sustituyeron a los libros, ni los documentos electrónicos pusieron fin a la cultura del papel.El caso es diferente en el mundo de los negocios y en la industria, en donde se encuentra el corazón de las estrategias de crecimiento en los próximos años. “Estamos apostando a los segmentos de mercado con mayor potencial de crecimiento, por eso tenemos impresión corporativa, en donde estamos entrando con fuerza con modelos de outsourcing de impresión, con inyección de tinta, que consume menos energía que el láser, mediante alianzas con los integradores que ofrecen ese servicio“, dice Nessi.

En el segmento de industria hay novedades, como la impresión textil, que vive días de auge. Cada vez hay un número mayor de soluciones para sublimar, una técnica que a través del calor transfiere un diseño del papel a la tela. Epson tienen un portafolio de impresoras de sublimación, que son muy demandadas en el sector pyme, para camisetas y otras mercancías. Existen también soluciones más robustas y sofisticadas, de carácter industrial, que imprimen sobre rollos de tela.

En el recientemente renovado Centro de experiencia de Epson, en la calle 100 en Bogotá, pueden las nuevas tendencias de la industria, como la impresión textil.

Qué pasó con el aborrecido negocio de los consumibles

La pésima percepción que los consumidores tuvieron durante muchos años, debido al incremento de los precios de las tintas, trajo impacto negativo sobre la industria de la impresión, especialmente en la década anterior. No es un secreto que para los fabricantes de impresoras resultaba más conveniente la venta de los consumibles que de los dispositivos. Hasta que aparecieron hace diez años los tanques de tinta (con 60 mililitros de capacidad), que sustituyeron a los costosos cartuchos de 3 mililitros y precio similar.

Y Colombia y Perú tiene un lugar en la evolución que este tema tuvo. En mercados populares de tecnología, como Unilago en Bogotá y otros centros comerciales parecidos en Lima y varias capitales latinoamericanas, los usuarios acudieron masivamente para “hackear” las impresoras de cartuchos, mediante la instalación de tanques de fabricación genérica. Fue una tecnología originada en China que se hizo popular en nuestros países. Los sistemas eran rústicos, unos verdaderos Frankenstein, pero permitían el ahorro, que era lo que la importaba al consumidor. Los ejecutivos de Epson en Colombia, tras observar este fenómeno que naturalmente afectaba las ventas de consumibles, reportaron la tendencia a los laboratorios en Japón, en donde queda la casa matriz, y allá los ingenieros desarrollaron oficialmente los tanques propios de la marca, que hoy son comunes y dominan el mercado de impresión para el hogar. Rápidamente el resto de las fabricantes globales adoptaron el mismo camino y fue Latinoamérica la zona del mundo en donde se estrenó esta innovación, que solo llegaría al mercado norteamericano cinco años después.

El 80 por ciento del mercado de impresión en Colombia ya migró al sistema de tanques. En el caso de Epson, hoy solo quedan dos modelos en su portafolio con el antiguo sistema de cartuchos, versus 18 modelos con sistema de tanques.

En términos generales, la industria de impresión se encuentra en periodo de transición hacia diversas oportunidades más allá del papel, como la decoración de interiores, la impresión 3D, las telas y los empaques, para citar unos ejemplos. Los grandes fabricantes que disputan esos mercados, entre los que figuran HP, Canon, Brother, Epson, Kyocera, Ricoh y Xerox, ofrecen catálogos cada vez más amplios de productos, en los que se incluyen escáneres para la digitalización de documentos, proyectores, pantallas interactivas, soluciones para puntos de pago y otros dispositivos.

 

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