Proteger la privacidad no es un juego de suma cero
Puesto que la materia prima de la revolución tecnológica son los datos, se deben tomar las medidas necesarias para preservar la privacidad de los usuarios en el proceso.
Por Guillermo Álvarez
Managing Director Spanish Latam de AppsFlyer
Hoy en día, 7 de cada 10 personas en la región usan Internet. A medida que más personas tienen acceso a servicios en línea, aumenta el comercio digital y las posibilidades de venta de las empresas. Ejemplo de ello son las tiendas de Google Play y App Store, que actualmente ofrecen más de cinco millones de aplicaciones móviles, de las cuales las categorías de juegos, educación y negocios lideran la lista de descarga.
El aumento de la oferta de servicios móviles se ve reflejado en el tiempo que los usuarios dedican a internet. Según análisis We are social global, en Colombia el tiempo invertido es de 10 horas, y en Brasil casi 11, siendo TikTok, Disney+, Telegram y WhatsApp, las apps más descargadas en la región. A mayor número de apps disponibles, mayor competencia enfrentan las marcas para adquirir nuevos usuarios. Teniendo en cuenta este panorama, el interés de las plataformas tecnológicas por generar relaciones de valor con sus audiencias ha aumentado a tal punto que en los últimos tres años la inversión en marketing móvil creció más de 4 puntos porcentuales en la región, mientras que la publicidad dirigida a computadores disminuyó.
Las descargas no orgánicas, es decir, aquellas impulsadas por el marketing son vitales para sobresalir en un océano de tantas aplicaciones. Es por eso que la atribución móvil adquiere un papel fundamental para entender la efectividad de los esfuerzos de adquisición. Hoy en día, existen plataformas dedicadas exclusivamente a solventar esta necesidad a través de la medición y análisis de campañas para que así las marcas puedan invertir de manera efectiva sus presupuestos en los canales de medios correctos. De igual manera, estas soluciones permiten identificar la estrategia de mercadeo de mejor conveniencia como monetización tradicional (pago por descarga), compras in-app, suscripción o modelos híbridos.
Frente a un mayor consumo de contenido digital, el incremento de transacciones e interacciones que generan sobre las preferencias de los usuarios es inminente. Esta información, conocida como big data, debe ser almacenada y administrada adecuadamente para preservar la privacidad de la creciente comunidad digital.
Juntos podemos generar mayores estándares y colaboración dentro de la industria con el fin de garantizar la protección de los datos… Los datos son el petróleo del siglo XXI. Es por esto que notamos cada vez más iniciativas de empresas que buscan replicar el modelo de superapp que tiene por ejemplo WeChat en China, donde los usuarios tienen acceso a una gran variedad de servicios, incluyendo domicilios, transporte, soluciones financieras, entre otros, en un solo lugar. Así, entre más información tengan de sus usuarios, les resultará más fácil identificar necesidades locales y generar soluciones tecnológicas.El año pasado, con la reciente versión del sistema operativo iOS 14, Apple incorporó una función de privacidad que trajo grandes desafíos a los especialistas en marketing, relacionados con la recopilación de datos en todo el mundo. Con esta actualización, ahora los desarrolladores deben obtener la autorización de los usuarios para mostrar anuncios segmentados, analizar su rendimiento publicitario o compartir su información con empresas. Mientras algunos ven esta medida como un limitante para implementar estrategias de publicidad, esta es una gran oportunidad para impulsar el crecimiento de las empresas mientras se protege la privacidad de los usuarios.
Así las cosas, el potencial digital de Latinoamérica es enorme y, justamente por eso, debemos entender que proteger la privacidad no es un juego de suma cero. Juntos podemos generar mayores estándares y colaboración dentro de la industria con el fin de garantizar la protección de los datos y el desarrollo empresarial en un periodo de rápido crecimiento y transformación digital.
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