Por la forma de presionar las teclas los conoceréis

La huella dactilar es cosa del pasado. La biometría del comportamiento es la nueva ola en seguridad bancaria.

Por Álvaro Montes

Cuando escuchamos la palabra “biometría”, usualmente pensamos en huella dactilar, iris o reconocimiento facial. Pero el concepto va más allá. La manera particular como una persona interactúa con un dispositivo digital permite crear un perfil, que resulta de suma utilidad en estrategias de seguridad de transacciones bancarias. La palabra clave aquí es “patrones”, algo así como hábitos de comportamiento que permiten identificar a un individuo. Si hay cambios en el patron, es razonable sospechar una posible suplantación.

Ricardo Riveira, de la firma española Buguroo, experto en biometría del comportamiento.

El análisis de las habilidades motoras es un tipo de biometría del comportamiento, por ejemplo, la forma de caminar. “Uno reconoce a una persona por su forma de caminar, o por su postura corporal“, observa Ricardo Riveira, director de arquitectura y soluciones para Latinoamérica, de la compañía Buguroo, una firma española que analiza lo mismo en relación con la interacción de las personas con el computador. La velocidad y presión sobre las teclas, o el ángulo de inclinación del teléfono cuando lo utiliza, arrojan patrones de uso que Buguroo aprovecha para perfilar usuarios de bancos y asegurar la legitimidad de una transacción.

Existen diferentes métodos de aplicación, en todos los canales digitales de las entidades financieras, desde el sitio Web del banco, la app o una billetera digital. “Lo usamos para decir si un usuario es quien dice ser o si está siendo suplantado”, explica Riveira.

Este enfoque se conoce como biometría pasiva, porque el usuario no tiene que realizar ninguna acción especial, ni instalar nada en su dispositivo.

Existe una variada gama de enfoque biométricos, que incluyen la geometría de la mano, el escáner de iris, el reconocimiento de voz, reconocimiento de escritura, control de retina ¡y hasta el reconocimiento de venas! Hay bancos en Colombia utilizando esta tecnología, y según el vocero de Buguroo, Colombia es uno de los países en donde mayor adopción ha logrado la biometría del comportamiento.

La implementación no es tan complicada, como parece. Requiere tiempo para aprender el comportamiento, pero bastan las primeras cinco interacciones del usuario con el canal digital. Buguroo crea un perfil único para cada uno de los usuarios de la entidad financiera.  Las variables incluidas en la construcción del perfil son la interacción con el ratón y con el teclado (hay personas que utilizan el tabulador y otras utilizan el mouse para ir de un campo a otro en un formulario); y en la app móvil se incluye la inclinación del teléfono y la presión sobre la pantalla, siempre y cuando el smartphone disponga de un sensor para ello.

Las instituciones financieras vigilan todo. Cualquier cambio en los patrones podría indicar un riesgo. Si un cliente realiza una transacción en línea desde una dirección IP inusual, o desde un lugar geográfico nuevo, hay razones para dudar. Un dispositivo que nunca había utilizado antes o una hora absurda, podrían significar suplantación y fraude.

El año pasado, con ocasión del confinamiento, el fraude aumentó significativamente, en paralelo con el incremento del uso del móvil. Asobancaria reportó que durante el primer trimestre del 2020 se incrementaron en 59 por ciento las denuncias de fraude bancario.

Existe una variada gama de enfoque biométricos, que incluyen la geometría de la mano, el escáner de iris, el reconocimiento de voz, reconocimiento de escritura, control de retina ¡y hasta el reconocimiento de venas!

 

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