El colmo de las noticias falsas. Lo grave no es que crean que La Tierra es plana; lo grave es que creen cualquier cosa.

Lo peor de las “fake news”, esa plaga abominable de nuestros días, que refleja como ninguna otra el tremendo “malestar en la cultura”, no es ni siquiera el uso político perverso que los discípulos de Donald Trump en todo el mundo le han dado a las redes sociales, para torcer elecciones, ahogar a la democracia, desatar exterminios de opositores y afectar la imagen de rivales políticos, librepensadores, gentes de izquierda y líderes sociales, entre otros. Lo peor es que pone en evidencia la estupidez humana y la natural inclinación de los hombres hacia la estulticia.

Un grupo de investigadores de la Textas Tech University se tomó el trabajo de preguntarles a los participantes de uno de esos congresos realizados recientemente en Estados Unidos, que reúnen a creyentes fervorosos de la teoría según la cual la tierra es plana, dedónde sacaron tal creencia, y la mayoría respondió que se convencieron de ello por un video que vieron en Youtube. Así de fácil. Un video en Youtube fue suficiente para que en sus cerebros calara la idea de que todo lo que enseñan la ciencias modernas es falso, que el planeta no es una especie de esfera que gira, que las fotos tomadas desde el espacio son montajes perniciosos, y que todo cuanto se ha dicho, desde los antiguos sabios griegos encabezados por Eratóstenes, que por allá en el 240 antes de Cristo calculó el diámetro de la Tierra, pasando por Copérnico y llegando hasta el siglo XX, todo ha sido un complot de no se sabe qué mente torva, para engañar a las personas y hacerles creer en la redondez del planeta.

Aquí uno de los videos educativos que explican que La Tierra es plana:

Uno de los videos más populares en esta materia se peude ver en: https://www.youtube.com/watch?v=-Ax_YpQsy88.

Conferencia de La Tierra plana, en Denver, Estados Unidos, en noviembre de 2018.

Los medios de comunicación han tomado este movimiento que proclama que La Tierra es plana como una curiosidad simpática; como los videos virales de ositos bailarines que pululan en las redes sociales, y otras bobadas de gran popularidad en este días en que la cultura anda tan de capa caída. Pero no es un asunto para nada baladí. El hecho de que personas se reúnan en congresos – aún si por ahora el número de participanets es realtivamente pequeño – para defender que el planeta plano, y planear viajes en barco hasta los bordes del cuadrado en el que dicen flotamos, deja claro que en nuestros días cualquier cosa – y subrayo, cualquier cosa – puede ser dicha en las redes sociales y será creída por una porción variopinta de habitantes de este mundo absurdo. Así logran que en varios países sean elegidos presidentes brutales, ignorantes, machistas, xenófobos, anticomunistas, bárbaros; que en varios países triunfen ideas descabelladas como el no a la paz o la desintegración de naciones, o que se orquesten matanzas de pueblos, como la de los rohinya, y tantas otras monstruosidades movidas desde muros y trinos.