Los audífonos más finos del mundo
Sennheiser trae esta delicia del sonido, para todo aquel que ame de verdad la buena música y disponga de 65.000 dólares.
Los audífonos Sennheiser HE 1 ocupan un lugar especial en el altar de la electrónica. El fabricante es una leyenda y los audífonos son de ensueño. Vienen con un amplificador que utiliza tubos en lugar de chips, incrustados en una caja construida a mano en mármol Carrara. No por lujo, sino que, a juicio de los ingenieros de la legendaria compañía alemana, así se garantiza vibración cero en la caja del amplificador, por lo tanto ningún ruido afectará la deliciosa experiencia de audio que ellos ofrecen. De hecho, se ufanan de haber obtenido la menor distorsión jamás lograda en sistemas de sonido: un nivel de presión sonora de 0.01 por ciento en un 1 kilohertz.
Este video ofrece detalles:
Los trajeron a Colombia hace poco, para una demostración del refinado poder de esta marca, y tuvimos ocasión de disfrutarlos una tarde en Bogotá. Hay que escuchar música así. No son, desde luego, audífonos para llevar en el transmilenio. No sólo por su precio, que con impuesto puede llegar a los 65.000 dólares, sino por el tamaño. Los cables son más gruesos que el promedio, están bañados en plata, porque esta garantiza óptima conductividad, y los cascos (u orejeras como también se les dice) son grandes, muy cómodos y están fabricadas en aluminio puro y forrados en cuero (no en ese material sintético que estamos acostumbrados a ver). Pero hay que sentarse, con una copa de merlot, cerrar los ojos y disponer de un buen rato para la melomanía.
Cuando me dijeron que el amplificador utiliza tubos, vino a mi mente el recuerdo de los viejos productos electrónico de la era pre-chip, que los recuerdo redondeados y polvorientos en la parte posterior de los televisores que explorábamos en los talleres de electrónica de aquellos días estudiantiles. En realidad, los tubos que Sennheiser ha revivido tienen un aspecto francamente futurista. Emergen automáticamente de la caja de mármol y su aspecto es impactante. Lucen mejor que un chip, sin duda.
Sennheiser es el inventor de los audífonos. La compañía nació en Alemania, fundada por el ingeniero Fritz Sennheiser en 1945 y su mercado principal es la industria musical y los profesionales del sonido. Son especialmente famosos sus micrófonos y la empresa ha recibido premios Grammy y Emmy por sus aportes científicos a las industrias del cine, la televisión y la música. Beyonce, Avril Lavigne, Celine Dion, son algunas de las estrellas que se cuentan entre sus clientes famosos.
Los HE1 son, por supuesto, un producto para un nicho muy específico y reducido, y también una ventana para exhibir la calidad inigualable de esta compañía. Pero Sennheiser ofrece un gama muy amplia de productos de consumo, con precios, en pesos colombianos, desde aproximadamente un millón en adelante. Audífinos excelentes y que cubren disferentes necesidades, desde la movilidad, con sistemas “manos libres” para teléfonos móviles, hasta teleconferencias y sistemas para la oficina.
Eso sí, hay que conectarlos a una fuente de música de buena calidad. En la exhibición en Bogotá disponían de un reproductor de música Astell & Kern, marca de nicho, propiedad de iRiver, sólo para amantes del verdadero buen sonido. Reproductores de ese nivel son ideales para sacar todo el jugo a cualquiera de los audífonos Sennheiser. Pero un buen smartphone sirve también. No seamos tan puristas. Lo que hay que tener es buen gusto musical, porque la pureza que ofrecen estos productos, permite escuchar con fidelidad casi absoluta cada nota grabada. No se necesita agregarle bajos ni otras distorsiones artificiales para mejorar la experiencia auditiva. El sonido tal como el artista lo concibió. Son dispositivos para escuchar buena música.
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