¿Tendremos o no Ley de Inteligencia Artificial este año en Colombia?

La temporada electoral y la agitada situación política podrían dejarnos sin la urgente regulación tecnológica que el país necesita.

Al comenzar el presente año parecía inminente que en 2025 se marcaría un hito clave en nuestra historia de la regulación tecnológica. Había entonces siete proyectos de Ley radicados en el Congreso, que proponían variados temas y enfoques para establecer límites constitucionales a la adopción, uso y desarrollo de la Inteligencia Artificial en Colombia. Se crearon subcomisiones accidentales de Cámara y Senado para unificarlos en uno solo que diera buena cuenta de la urgente necesidad regulatoria, integrando lo bueno que hay en cada una de las iniciativas.

Pero nuestros congresistas no han podido continuar el debate de este tema. Entre urgencias de coyuntura política y acaloradas componendas alrededor de Reforma Laboral, Reforma Pensional, Reforma a la Salud, Reforma Política y otros menesteres, la inteligencia artificial fue quedando cada semana más atrás en la lista de prioridades de la agenda legislativa nacional. Y, pues, ya casi comienza la temporada electoral y entonces el impacto futuro de algoritmos y robots en la vida de los colombianos ya no parece un tema tan apremiante. No es un problema que trasnoche a nuestros ilustres Senadores y Representantes a la Cámara.

Juan David Gutiérrez, experto en regulación de la IA.

La lista de iniciativas sobre IA llegó a once proyectos. Uno de los últimos en ser presentado, el del ministerio de Ciencia y Tecnología, acaba de hundirse porque no alcanzó primer debate. De interesante tenía que con él se intentó unificar a la mayoría de las propuestas que hacían trámite. “Las personas que lideraban las comisiones bicameralers se tomaron foto el día que minciencia presentó el proyecto de ley, pero hasta ahí“, dice Juan David Gutiérrez, investigador de la Universidad de Los Andes y quizás el más autorizado conocedor del tema regulatorio en Inteligencia Artificial en el país y en la región latinoamericana. “No parece que el mismo gobierno le esté dando prioridad al tema“, agrega el experto.

Es cierto. Otro proyecto de Ley de autoría gubernamental es el PL 447-2024C, que presentó el año pasado el ministerio de Tecnologías de la Información y las comunicaciones, orientado a regular y fortalecer la infraestructura de datos que la Cuarta Revolución Industrial exige. Este proyecto está muy avanzado, ad portas de cuarto debate, pero el cambio de ministro lo dejó huérfano y no parece haber nadie ocupado hoy en darle curso. Todavía es posible que sea debatido y quizás aprobado en la siguiente legislatura, es decir, en el segundo semestre del presente año.

Entre urgencias de coyuntura política y acaloradas componendas alrededor de Reforma Laboral, Reforma Pensional, Reforma a la Salud, Reforma Política y otros menesteres, la inteligencia artificial fue quedando cada semana más atrás en la lista de prioridades de la agenda legislativa nacional…Quedan amenazados de muerte lenta algunos muy interesantes, aunque ya pasaron, al menos, su primer debate:

PL-091-2023S, mediante la cual se establece el deber de información para el uso responsable de la inteligencia artificial.

PL-059-2023S, cuyo propósito es establecer principios orientadores en materia regulatoria y de política pública en todo aquello relacionado la implementación de la IA.

PL 225-2024S, reformaría el Código Penal para la tipificación de delitos cometidos a través de la Inteligencia Artificial.

PL-130-2023S, que crea la armonización de la inteligencia artificial con el derecho al trabajo de las personas. Este en particular es considerado como muy relevante, porque nadie puede negar que la IA constituye una amenaza sobre el empleo, en cualquier país, sea rico o pobre, potencia económica mundial o nación en desarrollo. La reciente Ley europea que entró en vigor en junio pasado incluye este tema: Nadie puede despedir a sus trabajadores cuando incorpore robots y plataformas de IA en sus procesos.

PL 255-2024S, que establece lineamientos de uso de IA para mejorar la eficiencia en la disminución de siniestros viales está pendiente presentar ponencia para primer debate. Aún pendiente de discusión en primer debate.

Y el que, en mi opinión, es tal vez el más interesante y contundente: fortalecimiento de la industria electrónica nacional, presentado por David Luna cuando todavía era senador, el año pasado. El futuro de una nación en el nuevo escenario económico internacional no se define por algoritmos, ni ChatGPT, sino por la presencia en la cadena mundial de producción de chips y componentes necesarios para hacerla realidad. Y un país como el nuestro puede permitirse soñar con hacerse un lugar en esa cadena. Pero se necesita estimular cambios fuertes en la industria nacional y hacernos potencia en electrónica, chips y hardware. Suena quijotesco, pero no lo es. Naciones que entonces eran más pobres que Colombia lo lograron hace cuarenta años, como Corea del Sur y Taiwán.

Discusiones que sí sirven para algo

Juan David Gutiérrez lidera un destacado proceso de diálogo multisectorial alrededor del reto que nuestro país tiene frente a la llegada de la IA. Más o menos cada dos meses reúne una mesa de trabajo, con la participan organizaciones de la sociedad civil, empresarios, desarrolladores, académicos, artistas y otros colombianos interesados en la regulación de las tecnologías emergentes. “Hay brechas muy grandes entre las posiciones de la sociedad civil y las empresas“, explica Juan David.

El Congreso de la República ha realizado varias audiencias públicas para discutir la futura regulación de la IA, pero siempre con el mismo enfoque tradicional de invitar a Microsoft, Amazon, Google y demás big tech, y a uno que otro académico. Nuestros parlamentarios siempre invitan a los mismos, para escucharlos decir lo mismo de siempre. El profesor Juan David Gutiérrez se ha propuesta algo diferente. “Nuestra mesa de trabajo busca que haya más voces, con expertos y no expertos“.

En la primera sesión de la mesa llegaron tres artistas de voz, que compartieron el problema que afrontan por la clonación de sus voces y el impacto en el empleo que esto genera en este sector. A la conversación sobre inteligencia artificial en Colombia le falta ciudadanía. Le hace falta sindicatos, etnias, artistas, población en discapacidad, mujeres, diversidades sexuales, confesiones religiosas. La IA no es solo un asunto de grandes empresas y gobierno, sino también de la gente, que es la que sufrirá su impacto, bueno y malo.

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